Los barones rampantes de este tsunami digital

El que está por arriba pone en unos pocos metros, los que separan su altura del suelo, el peso de su gloria. A nosotros en cambio nos gustaría conocer mejor lo que le llevó allí arriba, lo que hizo o dejó de hacer; la razón última para tomar el compromiso de encaramarse allí. Todas cuestiones bastante lógicas por otro lado. Pero nos quedamos sin escuchar las respuestas.

El caso es que personas y organizaciones emulan al barón rampante de Italo Calvino. El famoso cuento es estupendo para una lectura detenida de las que hacemos en verano o al principio de curso. El baroncito trepador de los árboles de Calvino, Cosimo barón de Rondó no baja en toda su vida de los árboles. Con esa ingenua decisión juvenil se hace dueño de un nuevo territorio: el de los árboles. Así, subido a horcajadas en ls ramas asiste a una revolución, la francesa, y a un cambio de siglo.

En una de las pocas ocasiones que su padre le busca para pedirle que baje, Cosimo defiende su recién conquistada gloria: -¡Pero yo desde los árboles meo más lejos! –Respuesta que deja inservible cualquier argumento o lógica.

Italo Calvino - barón rampante
En la fotografía, el propio Italo Calvino en la piel del barón rampante

En nuestro universo hay muchos baroncitos de Rondó. Fueron emprendedores, hoy son empresas consolidadas. Pero olvidaron el motivo que desató su rebeldía juvenil. Llevan toda la vida siendo fieles a un principio auto-impuesto: vivir en la cima de los árboles. Aunque no sepan muy bien para qué.

El gran tsunami digital se expande a sus pies. Pero estos modernos barones de Rondó están poco interesados en lo que pasa en la tierra. La lista de baroncitos que podrían hacer compañía a Cosimo Rondó que he reunido hasta el momento es la siguiente:

Ford. La empresa pionera que más relevancia tuvo en la industria del automóvil parece melancólica. Está (o se siente) demasiado vieja frente a la agilidad de las increíbles novedades de los coches eléctricos o sin conductor.

Hilton, Intercontinental o Marriot: No incluyo el sector hotelero en general; la cabezonería para vivir durante tantos años en los árboles es especialmente notable en las grandes cadenas hoteleras como las que acabo de mencionar. Simplemente obvian al viajero moderno. Ese que prefiere el modelo de libertad de consumo que proponen la economía colaborativa y empresas como Airbnb.

Los grandes bancos. Como todos ahora dicen estar al loro de todo lo que se cuece en su propio tsunami digital es difícil dar un nombre (en actitud los bancos tienen algo ganado al barón anterior en mi lista, los hoteles). Los añado en la lista como cofradía. Lo cierto es que la mayoría se ha involucrado poco con lo que pasaba con los cambios del consumidor moderno y corrientes tecnológicas como blockchain. Al menos hasta ahora.

Las áreas de formación en las empresas y las universidades. Cierro mi peculiar selección con quien creo que merece más el título de nuevo barón de Rondó. ¿Cómo pueden los centros dedicados a emplear los recursos humanos de un negocio explicarse tantos años de desfase entre la teoría y la práctica? ¿Dónde aprende el trabajador las competencias y conocimiento del nuevo modelo de empleo que cambia negocios e industrias en apenas cinco años? ¡La mayor parte en puestos relacionados con la digitalización y la tecnología!

A todos ellos solo les queda responder: -¿Sabes? No he bajado nunca de los árboles. Como el auténtico barón rampante.

Relacionado:

  • El segundo Gran cambio digital ya está aquí (mi artículo en Harvard Deusto)

2 comentarios en «Los barones rampantes de este tsunami digital»

Deja un comentario