Mi Startup Innova – oct 2013: ¿Tiene tu startup un buen mentor?

Parece que el problema para un mentor es el propio emprendedor.
Hay eventos en los que el emprendedor no quiere tener mentores. Todo aquél que ha pasado por varias ediciones de aceleradoras de fin de semana, sabe que no es bueno tener mentores. Porque interrumpen. Recibir indicaciones de un mentor cada dos horas cabrea al emprendedor: le deja menos tiempo para hacer cosas con su equipo, le distrae de la tarea que tenía pensada, le confunde acerca de su idea inicial.
Para ser honestos, ¿quién está para escuchar consejos cuando un reloj, de forma incesante, te marca las diferentes metas al sprint de un concurso que apenas dura 52 horas?
En otros casos parece que el problema del emprendedor es el mentor.
El principal inconveniente que tienen muchas aceleradoras de startups es el aterrizaje a la práctica –el primer contacto con la realidad-: todo se ve muy bonito cuando te lo cuenta el mentor, como si fuera el capítulo de un libro –hay varios textos muy buenos que se han erigido en manuales: el de Eric Ries, el de Alex Osterwalder, el de Steve Blank (ahora en español) o el de Ash Maurya. Pero cuando te quedas SOLO CON TU EQUIP en la mesa de trabajo, de repente ¡todo se estanca! ¿Y ahora cómo sigo? ¿Qué hago con estos datos? ¿Tengo suficientes elementos para crear algo con cierta entidad? ¿Por dónde empiezo?
El co-autor, junto a Steve Blank, de El manual del emprendedor, Bob Dorf, estuvo la semana pasada en España y contó una anécdota muy ilustrativa sobre mentores.
Bob participaba en un programa de 6 semanas, que el gobierno de Costa Rica organizaba, con un grupo de startups del país. Los proyectos contaban durante ese tiempo con varios mentores que, a modo de instructores, les guiaban en la aplicación del método lean startup, que Steve y Bob describían en su libro.
Bob nos relató que el comentario que un equipo había recibido de una de las personas que ejercía de mentor se había centrado en “regañarles”: porque el número de encuestas realizadas a clientes (un paso fundamental del método lean startup) había sido 50. Y no 60.
Hay un dato muy interesante: El éxito de una startup que no ha pasado por una aceleradora y el de una que sí lo ha hecho parece que NO VARÍA de forma significativa: si no es porque la startup cuenta con un BUEN MENTOR.
De las cerca de 500 aceleradoras que hay en Estados Unidos, dice Bob que la mayoría de proyectos emprendedores con futuro están concentrados únicamente en dos aceleradoras: Y Combinator y Techstars. La calidad de los mentores es responsable de esta GRAN diferencia.
Se puede usar un libro y ser un buen mentor. Pero hay que hacerlo de forma correcta.
Bob, por ejemplo, hace gala de honestidad cuando dice que su libro, y el método lean startup, del que es co-autor, debería considerarse más el post de un blog, que un manual para seguir a pies juntillas. Porque la pasión (del mentor; del emprendedor) es obligatoria para que la aplicación de la filosofía lean startup salga bien.
Puede decirse que hice la primera parte de mi carrera profesional sin mentores. No tuve la suerte de conocer ninguno en los círculos de mi trabajo en una multinacional. Sí que conté con otro tipo de mentores, los libros, a los que el profesor Connor Neil llama “mentores pasivos”.
Tuve que introducirme en organizaciones profesionales y voluntarias como EPWN o Women2 para aprender lo que significa que alguien sea mentor de otra persona. Y con el tiempo, me convertí en una mentora yo misma. Primero con mujeres que buscaban acelerar su desarrollo profesional. Luego empecé a usar mi conocimiento en el mercado de Internet, para asesorar a startups en la creación de proyectos innovadores de éxito.
Por todo ello ME ATREVO AQUÍ a describir, con diferentes analogías, las cualidades que para mí tiene un buen mentor:
- Deber ayudar a encontrar respuesta a los problemas como un buen TUTOR.
- Debe enseñarte a desarrollar el sentido común con las experiencias de sus otros proyectos y su conocimiento del mercado como haría un buen PADRE y una buena MADRE.
- Debe anticiparse e indicarte las decisiones importantes que hay que tomar como un buen GPS.
- Debe elegir retos apropiados para ti como haría un ENTRENADOR personal.
- Debe ser capaz de entender dónde termina su conocimiento y cuándo debe presentarte a otras personas, e introducirte en otros jardines que completen tu viaje, como haría un buen PADRINO.
En definitiva, creo que tener un buen mentor es tener A LA VEZ un tutor, un padre y una madre, un GPS, un entrenador personal y un padrino.
Ahora puedes preguntarte: ¿Tiene tu startup un BUEN mentor?
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