Las startups no innovan

Foto: Robin Wauters (The Next Web) el 17 de abril en Madrid. Foto tomada por @garystew.
Foto: Robin Wauters (The Next Web) el 17 de abril en Madrid. Foto tomada por @garystew.

El otro día Robin Wauters, editor de The Next Web, nos confesaba en Madrid que todos los correos que recibe a diario (absolutamente todos; y son MUCHÍSIMOS) son de emprendedores que afirman tener una startup revolucionaria, innovadora, radical, etc. Ironizaba Robin que a él eso no le impresiona nada. No hay ninguna startup que salga al mercado, y no diga que el suyo es un proyecto innovador, la PRÓXIMA GRAN REVOLUCIÓN, o lo más grande.

Como campaña de marketing, decir que eres revolucionario es una PÉSIMA estrategia. ¿Por qué alguien, que lee muchísimo, que siempre tiene miles de cosas sobre las que escribir, por qué DEBERÍA escribir SOBRE TÍ?

Ya que Robin ha escrito sobre muchísimos más proyectos que yo (antes de fundar The Next Web escribía para Techcrunch) tomé nota de su consejo. Es este:  

«No nos digas que es revolucionario o innovador.

¡Instrúyenos!

¡Danos un ángulo!»

Una de las cosas que nos recomendó Robin para mejorar el marketing de una startup es trabajar adecuadamente LA HISTORIA. Para ello bastaría seguir los cinco puntos que copio a continuación:

 ¿Qué hace que la historia sea BUENA(según Robin Wauters, The Next Web)

  1. El tema: único, fresco, fascinante.
  2. La manera en que lo cuentas:
  3. Completo pero con el tamaño correcto
  4. Con atención a los detalles
  5. Suficientemente irresistible para que la gente quiera compartirlo

 

A mí también me ocurre como Robin. No es que reciba tantos correos (¡gracias a Dios!) Pero me encuentro con esas startups REVOLUCIONARIAS, innovadoras, radicales, etc… Y simplemente la historia no es buena porque las startups NO INNOVAN.

Muchas startups son capaces de describirte las funciones de su nuevo producto o servicio. Pero esto no es tener ALGO especial, que haga que un editor se pare, que haga que un usuario lo utilize o que un cliente se interese. Contar con un producto y describir sus características es PARTE de la innovación, pero NO el todo.

Lo que completa el producto o servicio innovador es otra cosa.

Siguiendo con la analogía de las historias; hay que ser capaz de incorporar en la frase con la que presentas la startup estos tres sujetos:

  • el segmento de consumidores,
  • el de posibles clientes y
  • el de colaboradores del mercado.

Ningún producto o servicio ha llegado a ser revolucionario siendo una isla con sus consumidores. Han construido su parte del todo porque han trabajado para crear beneficios de alguna manera para el negocio de terceros, que a su vez les ayudan a vender los productos.

Pueden ser empresas que producen productos de los que se nutre el tuyo, empresas que disponen del canal de venta que necesitas para tu producto. En cada interacción hay una oportunidad de modificar el mercado y su modelo de negocio.

Lo he resumido también en una pregunta con cuatro ideas (lo se, con cinco hubiese quedado mejor):

¿Qué es lo que hace que el producto o servicio fascine? (según Marta Domínguez, El Hilo de Innovación)

  1. Cómo cambia la relación de los consumidores y usuarios con otras marcas.
  2. Qué partes del mercado toca de forma sustancial y cómo realiza esa transformación.
  3. Qué sorprendente intersección entre la tecnología, los hábitos de los usuarios y los segmentos de mercado explica su singularidad
  4. Qué novedosas perspectivas aporta para el conocimiento y desarrollo de su segmento de mercado.

 

Si te fijas en los negocios MÁS INNOVADORES de tu sector o industria verás que han utilizado al menos dos ideas de este grupo. También es probable que la evolución de esa innovación, algo que es parte intrínseca del propio éxito de la innovación, haya ido profundizando en alguna de estas ideas más que en otras.

En fin, ASÍ se innova.

 

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