Productos y servicios de «ficción»

Productos y servicios de ficción- flickr cc greenplasticamy
Foto: Flickr, cc greenplasticamy

Entre el 2000 y el 2005, mi trabajo estuvo presidido por la máxima de “crea un producto y encuentra la demanda después”. Desarrollaba por aquél entonces productos tecnológicos muy complejos. Una nueva forma de pagar en los comercios con el móvil, la pantalla del móvil como agencia personalizada de información y noticias; la video conferencia como servicio sustitutivo a la llamada telefónica, y muchos otros. Los proyectos que realicé tenían tres características principales:

  1. alguna tecnología altamente disruptiva,
  2. una oferta novedosa pero muy escasa, y
  3. hábitos de consumo más globales, a los que, quizá por primera vez en la historia, podían tener acceso muchas personas.

Hoy en día, casi todos los productos y negocios que puede imaginar una empresa en Internet y el móvil, dependen de sistemas de información potentes. El escenario ha cambiado mucho respecto al periodo 2000-2005. Ahora, por ejemplo, existen muchas tecnologías de base. Están las plataformas en la nube, las redes sociales, los sistemas de pago con alcance casi universal y las plataformas de comercio móvil. La segunda característica es que la oferta de productos y servicios es MUY abundante.

En estas condiciones,

cualquier nuevo producto o servicio que toque un novedoso negocio antes no intentado (a la sazón innovador) es UNA FICCIÓN.

Es algo parecido a decir que ESTÁ en beta (herencia de los proyectos de software), pero hablar de “PROYECTO DE FICCIÓN” (leí el término en un libro de Lisa Gansky) tiene connotaciones de mayor impacto.

Crear un nuevo producto web o en el móvil es como un hacer UN PUZLE. Hay disponibles muchas piezas tecnológicas, pero lo más importante es el trabajo (nada despreciable) para integrar las piezas en una manera en la que el resultado de beneficios.

Entre las cosas a averiguar:

¿ES ESTE el producto o servicio que los clientes quieren?

¿Existe, DE VERDAD, negocio en el mercado que había previsto?

¿QUÉ se va a pagar por el producto o servicio y cómo?

¿Me han dado los primeros clientes OTRAS PISTAS de segmentos nuevos?

Un proyecto de compra-venta de ropa puede pensar en mujeres como clientes de un servicio de renovación y reciclado de armario; y, sin embargo, averiguar después que hay un segmento, que orgánicamente requiere este servicio MÁS VECES al año: los niños.

¿CÓMO VOY A MANTENER mis primeros clientes mientras que crezco captando nuevos clientes?

¿QUÉ TIPO de partners pueden influir en el crecimiento de mi mercado?

Si tu negocio gira en torno a productos que mejoran la salud, por ejemplo, es interesante ver qué tipo de colaboraciones puedes ofrecer a negocios adyacentes, como una aseguradora , una empresa que promueva el transporte ecológico, u otra que trabaje con el consumo responsable.

Incluso cuando el modelo es una réplica de alguno que funciona en otro país, hay variables como la demografía, la geografía, el ecosistema económico, y muchas otras, que puede ser necesario ajustar, hasta dar con un producto o servicio que funcione.

 

En definitiva: hay dos formas de llevar a tierra un concepto, de transformar la ficción en hechos reales, que también son válidas para escalar un prototipo que llegue a convertirse en una empresa que de dinero.

La primera, resolver el puzle que comentaba arriba con tiento, usando el desarrollo de negocio y el desarrollo de productos.

La segunda, utilizar «la estrategia del bestseller«, que consiste en lanzar muchos proyectos al mercado (con una estrategia de costes muy contenida) en la confianza de que alguno de ellos tendrá éxito.

Pero cuidado, la estrategia del bestseller también es «la estrategia del espagueti» y esta última es sumamente gráfica. Cuando se tiran los espaguetis (proyectos) a la pared a ver cuál de ellos se queda pegado, lo que resulta puede ser bastante pringoso…

 

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